Hoy les quiero contar sobre una de las consultas más frecuentes que recibo, “Tengo INSOMNIO”.
Es muy debilitante no poder dormir bien y despertarse sintiendo que te faltan 5 horas de sueño es de las peores sensaciones que hay.
Pero resulta que la causa más frecuente del insomnio es ni más ni menos que la alteración del ritmo circadiano, es decir el ritmo de la naturaleza de LUZ solar y OSCURIDAD.
La explicación biológica de esto es que tenemos en el centro del cerebro una glándula (de la que vamos a hablar mucho) que se llama GLÁNDULA PINEAL.
Esta maravillosa parte de nuestro ser se ocupa entre otras funciones de liberar una hormona llamada melatonina.
La melatonina tiene como una de sus funciones regular nuestro reloj biológico, y lo lleva a cabo liberando progresivamente la hormona cuando la luz diurna empieza a bajar induciendo el sueño.
La cuestión es que la mayoría de nosotros no respeta el ciclo de luz natural.
Por la noche al llegar a nuestros hogares deberíamos ir copiando a la naturaleza y tener la menor cantidad de luz posible. Esto incluye no exponernos a pantallas (tv, celular etc) ya que la luz que emiten estas (luz azul, la misma que emana el sol) engañan a la glándula creyendo que todavía es de día, y por ende no liberando lo que necesitamos para dormir.
¿Qué puedo hacer para mejorar el insomnio?
- Fijar un horario en el que vamos a apagar las pantallas ej: 21 hs
- Dormir con las luces apagadas
- En caso de tener que estar expuesto a pantallas de noche, usar lentes con filtro de luz azul, (No es la solución) pero ayuda.
- Leer un libro antes de dormir
- Darme una ducha de agua tibia para relajar antes de acostarme
- Prácticas de respiración o meditaciones cortas para dormir
- Poner musica de lluvia o ruidos de bosque o naturaleza también ayudan mucho a conciliar el sueño
Por último no olvidarnos, que la mayoría de las problemáticas que tenemos cómo individuos en esta sociedad son producto de habernos alejado de la naturaleza y los ritmos propios de ella.
El camino para recuperar la salud es acercarnos lo máximo posible a lo natural, y no quiere decir que tengamos que dejar de vivir en grandes ciudades si así lo elegimos, pero sí debemos hacer los ajustes necesarios para que el impacto de estar alejados sea el menor posible.
